Hace años estuve sentada en ese muelle de una playa cercana al Cap de Cavalleries, en Menorca. La pintura es una mezcla del recuerdo de ese lugar mágico, de los espléndidos azules y verdes del mediterráneo menorquí de aquel momento, con un acento en los amarillos y anaranjados que son los tonos de mis sentimientos en este período.
Mirando el atardecer
Hace años estuve sentada en ese muelle de una playa cercana al Cap de Cavalleries, en Menorca. La pintura es una mezcla del recuerdo de ese lugar mágico, de los espléndidos azules y verdes del mediterráneo menorquí de aquel momento, con un acento en los amarillos y anaranjados que son los tonos de mis sentimientos en este período.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
me gusta mucho como trabajas (no sabia tampoco que tu pintabas) :)
un abrazo, Francesca
Grazie cara! me alegro de que te guste! yo tampoco lo sabía...la primera vez que cogí el pincel hace un año y pico, cuando estaba embarazada y me entraron como unas ganas locas de poner colores, flores y hojas por todos sitios! jejeje...ha tenido que pasar 30 años y un hijo??? bacini
Yo tampoco sabía que pintabas Eli! Me han encantado los cuadros! Un beso enorme y ya te escribo desde Africa!
parece pintura naif, que chulis los naranjas...
Publicar un comentario